Si nos remontamos a los antecedentes del siglo XIX, el jaleo aparece como un término bajo el que convivían una gran variedad de formas musicales y dancísticas; el Olé, vito, las Boleras de Jaleo… Todas ellas se tratan de precedentes a estilos del flamenco como las cantiñas, soleares y bulerías.
En la prensa de este siglo, el término jaleo aparecía como una «forma de hacer» las distintas músicas, asociado al pueblo gitano.
Los bailes de jaleo aparecen como precedentes directos del baile flamenco.
Bulla
Este término aparece como uno de los sinónimos del jaleo. Se define como «griterío o ruido que hacen una o más personas». En el flamenco lo podemos asociar al efecto de «jalear». Es decir, emitir un ruido con las palmas o la voz o un grito que anime a los que bailan, cantan o tocan con palabras como ole, arsa, agua, ¡vamos allá!…
En definitiva, la bulla crea un ambiente festivo.
Fuensanta La Moneta en Cardamomo
Jaleos extremeños
Se trata de un palo (estilo) asociado a la provincia española de Extremadura. Mantiene una relación perteneciente bastante actual estrecha con el pueblo gitano, siendo un estilo utilizado para festejar. Son cantes cortos que se realizan dentro del compás y tonalidad de las bulerías.
En tablaos como Cardamomo puedes ver a grandes figuras del flamenco bailando este estilo. Se trata de un palo muy complejo de ejecutar por su falta de estructura y por la brevedad de sus letras. Se trata de un estilo para el cual el bailaor o bailaora tiene que tener gran cantidad de recursos, ya que puede caer en la monotonía.
