Se trata de un estilo profesionalizado y técnico que requiere una formación de años. Para su transmisión han existido todo tipo de formas. Desde lo oral, -al igual que el cante flamenco o el toque- hasta la creación de partituras de danza o decálogos sobre cómo debe ser el baile.
En su origen, su naturaleza profesionalizada hizo que el baile flamenco naciera en base a una división sexual, existiendo diferencias entre el baile de hombre y el de mujer. En la actualidad, conocemos las técnicas, gestos y movimientos que responden a una feminidad y a una masculinidad, pudiendo utilizarlas de forma artística, sin necesidad de tener que poner barreras a la expresión de cada intérprete.

Podemos entender que el baile flamenco surge como un encuentro que se dio en las academias de Sevilla entre los bailes gitanos, más expresivo y el de las bailarinas de bolera, más desarrollado técnicamente.
En el tablao de Cardamomo conviven con pasión la danza y el cante que brota del más hondo sentimiento flamenco.
Si quieres vivir una experiencia de baile flamenco en su hábitat más natural, te recomendamos que acudas a un tablao. En el tablao Cardamomo se une la improvisación y la espontaneidad que el baile necesita.
Un espacio íntimo que recuerda a un lugar de reunión entre artistas y que, sin duda, forma parte de la esencia del flamenco de Madrid.